Comenzar un tratamiento de ortodoncia puede significar mucho para tu hijo, especialmente considerando la gran presión y las dudas sobre sí mismo que suelen experimentar los adolescentes y adultos jóvenes. Los beneficios de la ortodoncia van más allá de la estética: también mejoran la salud bucal e higiene dental de tu hijo.
Antes de que tu hijo inicie un tratamiento para alinear su sonrisa, aquí tienes algunos aspectos que debes tener en cuenta.
¿Qué deben hacer los padres antes de que su hijo comience un tratamiento de ortodoncia?
1. Familiarizarse con el propósito del tratamiento
La ortodoncia es una práctica exitosa y popular dentro de la odontología. Aunque puede corregir una amplia gama de problemas dentales, no es adecuada para todos. La ortodoncia se enfoca principalmente en problemas como dientes desalineados, lo que incluye apiñamiento, separación entre dientes o maloclusión, ya sea sobremordida o mordida inferior.
También trata problemas de alineación de la mandíbula y corrige alteraciones en la mordida o el habla que surgen debido a dichas desalineaciones.
La Asociación Americana de Ortodoncia recomienda que los padres consideren una evaluación ortodóntica para sus hijos a partir de los 7 años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tratamiento no comenzará necesariamente a esa edad temprana, pero una evaluación inicial puede ayudarte a prepararte para futuros tratamientos.
2. Estar al tanto de los nuevos tratamientos disponibles
La odontología evoluciona constantemente para brindar mejores resultados con la menor incomodidad posible. Por ejemplo, muchos pacientes no están conformes con la apariencia de los brackets tradicionales debido a su tamaño y aspecto metálico.
Actualmente existen varias alternativas más discretas que puedes considerar para tu hijo, como los brackets linguales, que se colocan en la parte posterior de los dientes, o los alineadores transparentes, que son removibles y casi invisibles.
Estar actualizado con las nuevas tecnologías le da a tu hijo la oportunidad de elegir una opción de tratamiento más cómoda y acorde a sus necesidades.
3. Preparar a tu hijo para cambios en el estilo de vida
Habrá pequeños ajustes que tu hijo tendrá que hacer al comenzar su tratamiento de ortodoncia. Por ejemplo, le resultará difícil consumir alimentos duros, pegajosos o chiclosos con los brackets puestos. Deberá estar preparado y dispuesto a hacer algunos cambios en su dieta, así como adoptar hábitos de higiene oral adecuados.
Los brackets pueden dificultar la limpieza efectiva de los dientes. Puedes ayudarle invirtiendo en herramientas como cepillos interdentales, irrigadores dentales y pastas dentales con flúor.
Estas herramientas ayudan a limpiar los brackets y a eliminar restos de comida atrapados entre los alambres y soportes.
4. Explicar que los resultados no son inmediatos
La ortodoncia puede transformar la sonrisa de tu hijo, pero la paciencia es fundamental. Ya sea mediante cirugía ortognática o brackets, los resultados se notan progresivamente con el tiempo. Además, tras finalizar el tratamiento, probablemente tendrá que usar retenedores para conservar los resultados obtenidos.
Es importante que tu hijo esté consciente de estos compromisos para evitar desilusiones o sorpresas durante el proceso.
5. Abordar posibles molestias
Los brackets cambian la posición de los dientes aplicando presión constante, lo cual puede causar molestias o dolor leve al principio del tratamiento. Algunas formas de aliviar el malestar incluyen analgésicos de venta libre, geles dentales calmantes y compresas frías.
Sin embargo, el dolor desaparecerá por sí solo en pocos días, a medida que tu hijo se acostumbre a los brackets.
Conclusión
Comenzar un tratamiento de ortodoncia puede ser un hito importante para tu hijo. No solo le ayudará a mejorar su autoestima y corregir su sonrisa, sino que también beneficiará su habla, mordida y salud bucal en general.
Sin embargo, educarse sobre el tema y preparar a tu hijo con anticipación son pasos fundamentales para que él sepa qué esperar y cómo adaptarse a los cambios.
Desde la preparación mental hasta los ajustes en la rutina diaria, un poco de planificación puede marcar una gran diferencia para garantizar que el viaje ortodóntico de tu hijo sea exitoso y sin contratiempos.
