Si bien las coronas dentales pueden ser una forma efectiva de restaurar los dientes dañados, existen algunos riesgos y peligros potenciales asociados con el procedimiento. Estos son algunos de los Problemas y complicaciones más comunes relacionados con las coronas dentales.
Reacciones alérgicas
Las coronas dentales pueden estar hechas de varios materiales, como metales, cerámica o resinas, que puede causar reacciones alérgicas en algunas personas. Las alergias a los metales son relativamente comunes, por lo que algunas personas pueden experimentar una reacción alérgica a los metales utilizados en la corona. Si tienes alergia conocida a alguno de los materiales utilizados en las coronas dentales, es crucial informar a tu odontólogo antes del procedimiento.
Sensibilidad dental
Después de la instalación de la corona, el diente puede volverse más sensible a los cambios de temperatura, presión o alimentos dulces. Esto se debe a que la preparación del diente para la corona puede exponer el nervio del diente, lo que puede causar sensibilidad. En la mayoría de los casos, la sensibilidad disminuye entre unos pocos días o unas pocas semanas después del procedimiento.
Daño nervioso
La preparación del diente para la corona puede dañar el nervio del diente y provocar dolor, sensibilidad o entumecimiento.
Si el nervio se daña durante la preparación, puede ser necesario un tratamiento adicional, como un tratamiento de conductos, para aliviar los síntomas.
¡Las coronas pueden fracturarse!
Las coronas pueden fracturarse o romperse debido a una presión excesiva o un traumatismo.
Si la corona está hecha de un material frágil o no está ajustada adecuadamente, puede fracturarse o romperse fácilmente. En algunos casos, una corona rota o fracturada puede requerir reemplazo.
Caries
Las coronas no previenen la caries y si el diente debajo de la corona no se limpia adecuadamente, la caries puede desarrollarse y afectar la estructura del diente de base. Las buenas prácticas de higiene bucal, como cepillarse y usar hilo dental con regularidad, son cruciales para mantener la salud del diente que está debajo de la corona.
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Corona mal ajustada (instalación inadecuada)
Una corona mal ajustada se refiere a una corona dental que no se instaló correctamente sobre el diente natural. Una corona dental es una funda con forma de diente que se coloca sobre un diente dañado o con caries para restaurar su forma, tamaño, resistencia y apariencia.
Cuando una corona dental no se ajusta correctamente, puede causar molestias, dolor y sensibilidad en el diente y las encías circundantes. Esto se debe a que una corona mal ajustada puede permitir que las bacterias entren en el espacio entre la corona y el diente natural, lo que provoca caries, infección e inflamación.
Si experimentas alguna molestia o dolor después de la instalación de una corona dental, es importante que visites a tu odontólogo lo antes posible. Tu dentista puede examinar la corona y hacer los ajustes necesarios para asegurarse de que esté correctamente instalada y que tu diente y las encías circundantes permanezcan saludables.
Enfermedad periodontal
Si el margen de la corona no se coloca correctamente, puede atrapar bacterias y provocar una enfermedad periodontal. La enfermedad periodontal puede causar inflamación y daño a las encías y a la estructura ósea de soporte, lo que lleva a la pérdida de dientes si no se trata a tiempo.
Es esencial discutir los problemas y las posibles complicaciones de las coronas dentales con tu dentista antes de someterte al procedimiento. En general, estos riesgos se pueden minimizar eligiendo un odontólogo experimentado y practicando una buena higiene bucal. Tu dentista también puede recomendar un tipo particular de corona según tus necesidades y preferencias dentales.
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