Las muelas del juicio en sí mismas no son peligrosas, pero pueden causar problemas dentales graves si no tienen suficiente espacio para emerger correctamente. En este artículo, aprenderás sobre estos dientes en un lenguaje sencillo.
¿Qué son las muelas del juicio?
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares o cordales, son el último conjunto de dientes que emergen en la boca humana y generalmente aparecen a fines de la adolescencia o principios de la edad adulta. Estos dientes se encuentran en la parte posterior de la boca, uno a cada lado en la mandíbula superior e inferior, y generalmente son los últimos en emerger.
¿Todo el mundo tiene muelas del juicio?
No, no todo el mundo tiene muelas del juicio. Algunas personas pueden tener solo una o dos de ellas, mientras que otras pueden no tener ninguna. La presencia de estos dientes puede variar en función de la genética y la evolución. En algunas poblaciones, como los inuit, las muelas del juicio son raras, mientras que en otros, como ciertos grupos indígenas en África y Asia, son más comunes. También es posible que algunas personas tengan muelas del juicio adicionales, una afección conocida como dientes supernumerarios. No obstante, en la mayoría de los casos, está determinado por la genética individual.
¿Cuántas muelas del juicio tienes?
La mayoría de las personas tienen cuatro muelas del juicio, dos en la mandíbula superior y dos en la mandíbula inferior. Pero algunas personas pueden tener menos o ninguna, y en casos raros, algunas personas pueden tener más.
¿Por qué tenemos muelas del juicio?
La razón por la que tenemos muelas del juicio aún no está del todo clara, pero se cree que es un remanente de nuestro pasado evolutivo. Nuestros ancestros lejanos, que tenían mandíbulas más grandes y comían una dieta de alimentos más duros, necesitaban molares adicionales para ayudarlos a masticar y moler sus alimentos adecuadamente. Sin embargo, a medida que los humanos evolucionaron y nuestras dietas cambiaron, nuestras mandíbulas se hicieron más pequeñas y ya no necesitábamos estos molares adicionales.
Hoy en día, estos dientes a menudo se consideran estructuras vestigiales, lo que significa que no tienen un propósito real e incluso pueden causar problemas como apiñamiento dental o impactación. Producto de ello, a muchas personas se les extraen las muelas del juicio mediante un procedimiento de cirugía dental.
¿A qué edad salen estos dientes?
Las muelas del juicio generalmente comienzan a emerger entre los 17 y los 25 años, por lo que a menudo se las llama “terceros molares”. Sin embargo, la edad exacta a la que emergen puede variar ampliamente entre los individuos. Algunas personas pueden comenzar a experimentar síntomas asociados con la erupción de estos dientes, como hinchazón, dolor o malestar, antes de que los dientes realmente broten de las encías. Es posible que otros ni siquiera se den cuenta de que sus muelas del juicio están saliendo hasta que ya han erupcionado por completo.
Vale la pena señalar que es posible que algunas personas nunca desarrollen muelas del juicio, mientras que otras pueden hacer que emerjan a una edad por encima o por debajo del rango típico.
El momento de la erupción de la muela del juicio puede variar según los factores genéticos, la dieta y otros factores que aún no se comprenden completamente.
Signos y síntomas
Los síntomas de las muelas del juicio pueden variar según el individuo y su situación específica. Estos son algunos síntomas comunes:
- Dolor o molestia en la parte posterior de la boca o la mandíbula
- Hinchazón, enrojecimiento o inflamación alrededor de la línea de las encías
- Sensibilidad o sangrado de las encías alrededor del área donde está erupcionando el diente
- Dificultad para abrir la boca o incomodidad al masticar
- Mal aliento o mal sabor en la boca
- Dolores de cabeza o de oído
- Desplazamiento o apiñamiento de otros dientes
Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentarán estos síntomas y es posible que algunas personas ni siquiera sepan que sus muelas del juicio están saliendo hasta que visitan a un odontólogo para un chequeo de rutina. No obstante, si experimentas alguno de los síntomas anteriores, es mejor consultar a un dentista para una evaluación, ya que estos síntomas podrían señalar la existencia de un problema dental que requiere tratamiento.