El tratamiento de conducto es uno de los procedimientos más comunes en odontología. En la mayoría de los casos, el tratamiento es exitoso y los dientes permanecen sanos durante muchos años. Sin embargo, en algunos casos, el diente puede no sanar adecuadamente incluso después del tratamiento, lo que puede provocar varias molestias.
La aparición de estos problemas puede variar de una persona a otra. Los síntomas pueden surgir unos días después del procedimiento o incluso meses más tarde. Si no se trata nuevamente, puede tener consecuencias graves como infecciones y pérdida dental.
Entonces, ¿cómo se puede reconocer un tratamiento de conducto fallido? ¿Cuáles son las consecuencias de un tratamiento sin éxito? En este artículo, explicaremos las posibles causas y las opciones de tratamiento disponibles si ocurre. ¡Si estás listo, comencemos!
¿Cómo reconocer un tratamiento de conducto fallido?
Después de someterte a un tratamiento de conducto, puedes notar quejas recurrentes como dolor dental o sangrado en las encías. Este es un problema poco común que se presenta en un pequeño número de pacientes. Si surge este problema y visitas a tu dentista, lo primero que hará es verificar si el tratamiento anterior fue exitoso.
El proceso suele comenzar con un examen oral general. Se evalúa el estado de la inflamación y se observa el progreso de la curación. Se puede solicitar una radiografía si es necesario. Si el absceso dental no ha sanado y se ha producido una reabsorción radicular, se considera un tratamiento de conducto fallido.
¿Por qué fallan los tratamientos de conducto?
Muchos pacientes visitan al dentista con quejas de dolor dental y abscesos. Si la infección es demasiado grave para controlarla con medicamentos, se hace necesario el tratamiento de conducto.
La mayoría de los pacientes retoman su vida normal después del procedimiento sin presentar más quejas. Sin embargo, en casos raros, el tratamiento puede fallar.
¿Pero por qué un procedimiento que funciona en la mayoría de los casos falla en algunos? Estas son las causas más comunes:
- Conductos curvos o estrechos que no se trataron en el procedimiento inicial
- Complicaciones no detectadas en la anatomía del canal durante el tratamiento
- Retraso en colocar una corona u otros materiales restaurativos después del tratamiento
- Infecciones causadas por restauraciones inadecuadas dentro del diente
Además, pueden surgir nuevos problemas que amenacen a dientes previamente tratados, como:
- Nuevas caries
- Grietas o fracturas en los dientes
- Coronas o empastes flojos
El tratamiento de conducto fallido requiere intervención inmediata. Si estás buscando un endodoncista con experiencia, no dudes en contactarnos.
Síntomas de un tratamiento de conducto fallido
Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, a menudo se parecen a los experimentados antes del tratamiento inicial:
- Dolor
- Sensibilidad extrema
- Inflamación en las encías
- Decoloración del diente
- Enrojecimiento o sangrado de las encías
Si notas alguno de estos síntomas, debes consultar a tu dentista nuevamente.
¿Cuáles son las consecuencias de un tratamiento de conducto fallido?
El tratamiento de conducto tiene como objetivo resolver definitivamente las molestias del paciente. Cuando el tratamiento es exitoso, el paciente puede retomar su vida diaria sin problemas.
Sin embargo, si el tratamiento falla, los problemas anteriores pueden reaparecer. Si los síntomas no se abordan rápidamente, los nervios de la raíz pueden debilitarse por completo, lo que finalmente conduce a la pérdida del diente.
¿Qué se puede hacer si un tratamiento de conducto falla?
Si el tratamiento falla, un endodoncista puede sugerir opciones alternativas. Se puede proponer un retratamiento del conducto para corregir el área problemática.
Si el retratamiento no es viable, puede considerarse la colocación de un implante dental. En casos donde ambas opciones sean insuficientes, pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas para controlar la infección.
¿Cómo se realiza un retratamiento de conducto?
La mayoría de los tratamientos iniciales logran salvar el diente dañado y prolongar su vida útil significativamente. Sin embargo, a veces el diente tratado puede reinfectarse por las razones ya mencionadas. En tales casos, el tratamiento debe renovarse lo antes posible.
Los procedimientos de retratamiento son similares al tratamiento original. Aun así, es normal sentir inquietud si ya tuviste una experiencia fallida. Conocer los pasos puede ayudarte a sentir más confianza. Estas son las etapas del retratamiento:
- Se retira la corona y el empaste para acceder al conducto radicular
- Se limpian, dan forma y esterilizan los conductos cuidadosamente
- Luego se rellenan y sellan los canales; se colocan empastes temporales
- Tras los chequeos finales, el paciente es informado sobre el estado
Si el absceso persiste después del retratamiento, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Además, puede requerirse una cita posterior para colocar la corona una vez finalizado el procedimiento.